SOBRE LUTERO
LA SALVACIÓN UN ENCUENTRO ENTRE MÍ YO Y TÚ YO. UNA REFLEXIÓN A LOS 50 AÑOS DEL GRITO DE LUTERO.
Santiago
Gaviria Martínez 10 CECH
Este escrito no se enfocará
en ser una reflexión de teología, no pretendo crear controversia entre la fe y
las creencias religiosas de quienes lo lean, esa no es la intención, lo que
busco verdaderamente es hablar del Martín Lutero el filósofo del cual no busco
justificar ni condenar sus actos.
Primero quiero hacer un
recuento de la biografía para que se pueda hacer una ubicación temporo-espacial
del personaje del que me dispongo a reflexionar: Martín Luder nació en
Eisleben, Alemania el 10 de noviembre de 1483 fue un teólogo y monje católico.
Creció en una familia pobre, humilde y muy religiosa, hijo de un minero Hans
Luder y una mujer trabajadora y devota Margarethe Ziegler, Al nacer contrataron
a su padre a una explotación de minas de cobre en Mansfeld, donde la vida de la
familia mejoró un poco, fue allí donde recibió palizas por parte de sus padres,
sin embargo Lutero decía “siempre quisieron mi bien, sus intenciones siempre
fueron buenas para conmigo, salían de su corazón”. Ahí nos encontramos con un
personaje demasiado sensato que reconoce con conciencia moral el bien y el mal
en las cosas y situaciones que vive cada persona.
Los duros tratos que recibió
lo convirtieron en una persona desconfiada, aunque no es que desconfiara de su
educación sino que se dedicó a examinar muy detalladamente todo lo que se le
decía, lo que veía, era un verdadero investigador. Después de conseguir su
título de doctor, cambió su apellido de Luder a Lutero que en alemán antiguo
significa: claro, limpio y puro. El 17 de julio de 1501 se inscribió a la
facultad de filosofía de la universidad de Erfurt contradiciendo a su padre que
quería que él estudiara leyes. En 1505 Lutero se hizo monje agustino y comenzó
a estudiar teología en la Universidad de Wittenberg y se doctoró en 1512. Todo
esto demuestra que el personaje del que estoy trabajando no es un simple y raso
ser humano, se ilustró por lo que sus actos y propuestas terminan siendo el
resultado de una excelente reflexión, ese es el filósofo que me motivó, el que
descubre, el que se forma.
Es muy importante tomar como
base que en 1510 visitó Roma donde se encontró con el Papa y los Cardenales y
después de ver el cómo vivían las altas jerarquías se motivó a censurar las
bulas eclesiásticas en especial porque estas eran documentos que concebían indulgencias a los creyentes que cometían pecados,
es decir, los creyentes pagaban cierta cantidad de dinero para el perdón de sus
pecados, me parece increíble que el perdón se convierta en un ejercicio como de
comercio donde de acuerdo a lo que tengo recibo mi tranquilidad y mi gracia; Y
todas sus protestas se engrandecieron cuando se inició por parte del Papa una
campaña de venta de Bulas para la reparación de la basílica de San Pedro, el templo
de Dios se construía a la merced de los pecados de las personas.
Posterior a todas sus
reflexiones y discursos, que generaban revuelta entre la iglesia, pues se cuestionaba
la moral y la ética y sumando al amplio número de seguidores el conflicto se
agudizó porque una rama de la iglesia se enfrentó a la raíz. Haciendo uso de la
creatividad con la que cuentan los que se quieren revelar publica sus tesis el
31 de octubre de 1517, precisamente utilizando como medio la puerta de la
catedral el día de todos los santos podrían ver de primera mano su propuesta,
por eso al verlas la población comenzó a seguir a Lutero, y se inicia la
génesis de la iglesia protestante que justifica al hombre como el único que
puede salvarse y solo por su fe y por la gracia de Dios sin que las buenas
obras sean necesarias, ni mucho menos suficientes para alcanzar la salvación.
De primera mano la propuesta
de Lutero es que hay salvación solo por creer pero no es necesario que hayan
buenos comportamientos, pero considero que es importante entrar en a la
reflexión con varias características para poder revisar su posición y acomodarlo
a mi propuesta del encuentro con el otro como medio de salvación; primero
salvación desde la filosofía de Feuerbach la salvación no es un acto meramente
divino sino que es un acto netamente humano buscando la plenitud de la humanidad.
Por todo lo anterior
concluyo que la propuesta de Lutero es la salvación desde un punto de vista
confesional de la fe en Dios y en cierto modo descalifica la necesidad de las
buenas obras pero al revisar algunos asuntos de orden filosófico encuentro que
esa salvación es un acto de plenitud de la humanidad es una exaltación del ser,
tomando como base las buenas obras de donde el encuentro con el otro hace que
se pueda consolidar un buen acto de fe, es decir, no se puede decir creo en
Dios si no actúo con el otro, es una especie de sinergia en la vida del hombre,
no hay espacio para el egoísmo, sino un verdadero paso a la relación con el
otro, el ser humano es un complemento del otro, no estamos incompletos pero
hallamos la plenitud en el buen obrar, no es un acto religioso, sino un
descubrir de la humanidad a partir de la visión de la vida con el otro, la
salvación entonces es un acto social más que individual.
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